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lunes, 28 de junio de 2010

Xenoglosia. ¿vidas pasadas?.

Xenoglosia (Griego: ξενογλωσσίαes)  del Griego Xenos: Extranjero, o Extraño, y Glossa: Lengua o Lenguaje, es un supuesto fenómeno paranormal en el cual una persona es capaz de hablar un idioma que no ha adquirido por medios naturales, asociado con casos de regresión de vidas pasadas, estados alterados de conciencia, delirios, sueño, y la mediumnidad.

 Cuando el Dr. Morris Netherton escuchó recitar a un niño caucásico de once años de edad, pasajes pertenecientes a una religión prohibida de la Antigua China, probablemente pensó que se trataba de un error. Sin embargo, no sería este el único caso en la historia en el que una persona común se despierta hablando fluidamente un nuevo idioma

5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?  (Hechos 2:5-8).


“Fue increíble. Al recuperar el conocimiento, Matej no tenía ni idea de quien era o donde estaba; ni siquiera sabía que era checo”. Peter Waite, promotor del equipo de competición automovilístico de los “Berwick Bandits”, narra el despertar de su corredor estrella, Matěj Kus, tras una grave colisión en carrera. “No me podía creer lo que oía. Hablaba con un claro acento inglés, nada de dialectos o así”
 
La Xenoglosia , o capacidad para hablar un idioma extranjero nunca antes escuchado, constituye uno de los casos más curiosos que la ciencia médica haya tenido que abordar. Memoria genética, telepatía o criptonesia (recordar un idioma extranjero aprendido de forma inconciente o durante la niñez), son solo algunos de los infructuosos orígenes con que religiosos, científicos y escépticos de todo el mundo han intentado explicar el fenómeno del habla extranjera.

Los casos de xenoglosia descriptos y estudiados a través de la historia son tan numerosos, que las evidencias solo apuntan a considerar al fenómeno fuera del fraude científico.

Según algunos historiadores, el repentino don de habla de lenguas extranjeras sufridos por los 120 discípulos durante el Pentecostés, constituye el primer caso registrado del fenómeno de la xenoglosia. No obstante, para detractores de la Biblia como fuente histórica fidedigna, los casos de hablas extranjeras no son propios de los éxtasis místicos (en el cual el fenómeno es más conocido como glosolalia) si no que abundan en los tiempos antiguos, medioevales y modernos.

¿Lenguas desconocidas u olvidadas?

Jensen Jacoby se comunicaba en perfecto sueco; muchas veces en el transcurso de 1958, la joven de 17 años de edad había tenido la oportunidad de entrevistarse con sus pares, en diálogos fluidos y extensos. Sin embargo, su manejo del idioma no provenía del estudio, sino de su propio lugar de crianza. Como habitante de suecia, era normal que hablara sueco; lo peculiar del caso residía en que Jensen Jacoby había nacido en el siglo XVII, y solo se presentaba cuando una mujer de 37 años identificada como T. E., caía en estado de hipnosis profunda.

Tal caso de xenoglosia, fue estudiado en profundidad por el psiquiatra Ian Stevenson, autor de “El idioma no aprendido: Nuevos estudios de Xenoglosia”, quien tenía la teoría de que T. E. solo podría conocer el sueco si lo recordaba de un momento de existencia previo al de su presente vida. El reconocimiento de nombres de artefactos cotidianos al lugar y la época en la que Jacoby decía hallarse, reforzaban la teoría de Stevenson.

Sin embargo, este no sería ni por lejos el único caso de xenoglosia atribuido a vidas previas. El catedrático P. Pal de la Universidad de Itachuna en Bengal Oeste, descubriría en 1953, a Swarnlata Mishra, una joven hindú de solo 4 años de edad, capaz de cantar y bailar canciones en el idioma bengalí, sin haber tenido contacto alguno con dicha cultura. La niña misma afirmaba haber sido un mujer bengalí, cuyos dotes para la danza le habían sido enseñados por una amiga cercana.

Caso similar sería comprobado por el profesor Stevenson, quien hablaba en perfecto alemán con una mujer americana llamada Gretcher, cuando esta era inducida al estado de hipnosis; la misma describía etapas de una adolescencia previa en el país Germano.

Tras el origen de la xenoglosia

Aunque algunos autores atribuyen muchos casos de xenoglosia a la criptomnesia (en el caso de la niña hindú, la posibilidad de haber estado en contacto con bengalíes), el número de casos imposibles de refutar no es pequeño.

Muchos científicos han propuesto como explicación a tales hechos, hipótesis como la capacidad de recordar una lengua mediante el legado genético o la telepatía con mentes extranjeras. Sin embargo, la falta de solidez científica de tales teorías han hechos de ellas un soporte débil para el origen de la xenoglosia.

A la espera de estudios científicos más exhaustivos, muchos investigadores se ven limitados a aceptar el fenómeno de “lenguas no aprendidas”, como un puente hacia vidas previas, o intervenciones de seres en planos desconocidos. De una forma u otra, ambos puntos no dejan de ser el blanco de polémicas interminables entre escépticos y científicos aventurados.

Dioses, demonios y lenguas muertas

Anna Ecklund, quien viviera a principios del siglo pasado, tenía la capacidad de hablar y entender prácticamente la totalidad de los lenguajes mas usados en el mundo. Dicha habilidad, atribuida por muchos religiosos a una posesión demoníaca, no es rara de observar en los llamados episodios de “exorcismo” o casos de igual dramatismo, en los cuales la victima o el poseído comienzan a vociferar un lenguaje extraño que ni ellos mismos comprenden.

La xenoglosia también abarca estos casos en los que, de manera violenta o pacífica, un individuo articula oraciones correspondientes a idiomas no humanos, atribuidos por algunas personas a manipulaciones de seres inmateriales con fines diversos. Más curioso pueda resultar aún, aquellos quienes afirman comprender y recitar dialectos de mundos perdidos, tales como la lengua atlante o el idioma “marciano”, como se diera en el caso registrado por el investigador T. Flournoy en 1899, cuando una paciente llamada “Helen” decía dominar además del hindú y el francés, la lengua del planeta rojo.

En otros casos, además de marciano, atlante o “lenguajes cósmicos”, la xenoglosia se manifiesta como idiomas perdidos, lenguas muertas, o dialectos raros.

Los enigmas de la xenoglosia o “el arte de hablar una lengua desconocida” son, al parecer de muchos investigadores, uno de los ejemplos más contundentes a la hora de discutir sobre la existencia de vidas previas, el alma o dimensiones extra. El fenómeno, que pocos se atreven a estudiar, continúa sorprendiendo tanto en los años actuales (caso Matěj Kus en el 2007) como lo hacía en épocas remotas. Por que, aunque hablar idiomas no aprendidos por vías naturales sea un caso ignorado por gran parte de los científicos modernos, el fenómeno de la xenoglosia no requiere permiso de la ciencia para seguir existiendo.

Datos Curiosos

Un caso de xenoglosia registrado, es el de un estadounidense que decía haber vivido en Francia, en siglo XV; el individuo hablaba un dialecto de dicho período.

Otro caso apunta a regresiones protagonizadas por una mujer alemana, que decía recordar su vida en el siglo XVIII, mientras se encontraba bajo la influencia del "Príncipe Galitzin", un famoso hipnotizador.
En un principio, el profesor Ian Stevenson se mostraba muy escéptico respecto a los casos de regresión hipnótica; tiempo después, se convertiría en uno de los autores más prolíficos en el tema.
Carmine Mirabelli, uno de los más conocidos médium de la historia, no solo hablaba sino que dejó escritos documentos técnicos en más de treinta idiomas, bajo el escrutinio científico de investigadores y miles de testigos ocasionales.

Uno de los sucesos de múltiples lenguas más sorprendentes se dio en 1977, cuando el convicto Billy Mulligan de la penitenciaría estatal en Ohio, Estados Unidos, comenzó a presentar dos personalidades extra: una, identificada como Abdul, quien hablaba en perfecto árabe y otra, llamada Rugen, que se comunicaba en serbocroata. Según los doctores de la prisión Mulligan nunca había salido de los Estados Unidos, donde nació y creció hasta la edad adulta.

Otra caso relatado por Stevenson en el Journal of the American Society for Psychical Research, narraba como una mujer hindú llamada Uttar Huddar, era poseía por una mujer de Bengala Occidental que provenía del principios del siglo XIX. En muchas oportunidades, la mujer no podía recordar su verdadero idioma.
Lyall Watson describe el caso de Indio Igarot, un niño filipino de 10 años, que se comunicaba en trance por medio del idioma zulú, el cual nunca había escuchado.

El psicólogo australiano Peter Ramster, autor de “The Search for Lives Past”, mantenía fluidas conversaciones en un francés antiguo con su alumna Cynthia Henderson, pero solo bajo el estado de trance; fuera de tal estado, la joven solo poseía una instrucción secundaria básica del idioma.
Harold Jaworski decía ser un vikingo en su vida pasada. Las palabras que el transcribió fueron traducidas de forma independiente por lingüistas que identificaron idiomas como antiguo noruego, ruso, serbio o eslavo. Las palabras estaban fuertemente relacionadas a la vida marina.

En 1931, una joven inglesa llamada Rosemary, decía ser (en estado de trance) Telika-Ventiu, quien vivía en el 1400 a.C. y dialogaba y escribía en un antiguo dialecto egipcio nadie más que pocos especialistas conocían en el mundo.

Pearl Curgen, una médium analfabeta de San Louis, Estados Unidos, escribió sesenta documentos literarios bajo una personalidad que se expresaba en un inglés típico de la Edad Media.

Gracias a Leonardo V.

domingo, 27 de junio de 2010

La BIBLIA, algunos secretos.


RAICES OCULTAS:ELEMENTOS PAGANOS
La religión católica y muchas otras religiones con su libro sagrado, LA BIBLIA, se "asumen" como una superación de las religiones anteriores consideradas paganas, sin embargo, en las escrituras hay curiosas coincidencias con ellas.
Uno de los primeros en advertirlo fue el historiador de la Iglesia Eusebio (260-340). En su obra Historia Eclesiástica asegura que los evangelios del Nuevo Testamento son, en realidad, obras dramáticas de los esenios, un grupo de letrados anteriores a Jesucristo.

Justino Mártir, teólogo del siglo II, dice por su parte que "muchos de los conocimientos antiguos son ahora propiedad de los cristianos", y revela sus dificultades para distinguir a la fe católica cristiana de cultos ajenos y anteriores.

Para Tom Harpur, escritor del libro The Pagan Christ, la evidencia de esas semejanzas es "abrumadora, detallada y muy especifica", y abarca elementos variados: desde la sabiduría védica de la India hasta los mitos nórdicos. Uno de los paralelismos mas interesantes surge de la comparación de la vida de Jesucristo con otras figuras de tradiciones diferentes, como el profeta persa Zoroastro, que nació de una virgen tocada por un rayo luminoso, similar al espíritu Santo. 
 
Otra comparación se establece con la religión egipcia. En una pintura del año 1425 a.C. llamada Amduat se menciona la idea cristiana del Dios encarnado en una figura humana. La historia de un Dios que desciende a la tierra, cobra forma humana, vive una pasión, muere y se levanta de entre los muertos para triunfar sobre sus enemigos y ascender a una esfera superior, es frecuente en las antiguas mitologías.

La imagen de Jesús encuentra equivalencias con al menos 50 figuras previas de múltiples culturas, como Osiris y Horus (Egipto), Adonis, Baco, Orfeo y Hércules (Grecia);Balder y Thor (mitologias nórdicas) y Mitra (Persia), por solo citar algunas.

La gran diferencia de Cristo es la historicidad: mientras esas figuras tuvieron una existencia legendaria, nadie duda de que Jesús haya sido un hombre real.

Otro punto interesante se halla en la transición entre las religiones paganas y la adopción del cristianismo. Por ejemplo, aunque el emperador Constantino adoptó la fé cristiana en 313 a través del celebre Edicto de Milan, él y muchos de sus ciudadanos seguían rindiendo culto a Mitra, el dios del sol. A decir del papa León el grande, en el siglo V los mismos cristianos que acudían a la Basílica de San Pedro, en Roma, adoraban al Sol.

Con respecto a la cruz, es curioso advertir que ya estaba presente en la religión egipcia. Solia ponerse sobre el pecho de las momias o en las manos de los cadáveres como emblema de la encarnación y la vida nueva en el otro mundo.

El hecho de que muchos elementos presentes en la Biblia hayan aparecido antes en otros contextos religiosos no tiene mayor impacto para los católicos. Ni siquiera los historiadores más críticos consideran que estas semejanzas pongan en duda el peso y significado de las tradiciones cristianas. sólo demuestran que la Biblia y la religion católica no surgieron de la nada, que son un producto de múltiples tradiciones previas y que quizá por ello lograron consolidarse para convertirse en algo tan perdurable. 
 
 
EL JARDIN PERDIDO: EL EDEN BIBLICO

En
La Biblia se describe un hermoso jardín que, al inicio de los tiempos, fue habitado por Adán y Eva. Real o imaginario, este paraíso ha intrigado a arqueólogos e historiadores.

Para algunos intérpretes de la Biblia, el Edén es solo un sitio legendario en el contexto del Génesis. Otra corriente asegura que se trata de un lugar real ubicado cerca de los ríos Tigris y Eufrates, en la región de Mesopotamia. Como apoyo a esta teoría se menciona que los sumerios fueron quiénes crearon la palabra edén.

Este vocablo puede tener un origen mucho más remoto. De acuerdo con los historiadores, los sumerios lo tomaron de los ubadianos, un pueblo que habitó la zona entre los años 5500 y 3500 a.C. El término puede traducirse como "llanura fértil" y tal vez está vinculado con la idea de "Dilmun", el paraiso de los sumerios situado por la zona de Bahrein. Aún más, existen varios relatos sobre la creación procedentes de esa zona que guardan semejanzas con el libro del Génesis. 
 
El más destacado es el mito Enuma Elish. En su busqueda de evidencias arqueológicas, los investigadores señalan que las primeras plantas y animales fueron domesticados hace entre 10 y 12 mil años en la zona de Irak, el norte de Siria y sur de Turquia. Alli creció trigo y centeno y se crío ganado. Entre los años 3000 y 4000 a.C. los habitantes de la región desarrollaron sistemas para irrigar los cultivos y dieron forma a ciudades-Estado, reinos y auténticos imperios, como Sumeria.

Ese proceso pudo haber inspirado el relato del Génesis. el investigador Juris Zarins, de la Universidad del Sur de Missouri, Estados Unidos, afirma que el Edén se encontraba en una zona del Golfo Pérsico hoy cubierta por agua. Otro posible ubicación es el área de la peninsula arábiga cerca de Kuwait. Por su parte, el arqueólogo británico David Rohl lo sitúa en Irán, cerca de la población de Tabriz.

En los últimos años se han sumado otras hipótesis, como la de Gary Greenberg, quien sugiere que el Génesis tiene un origen egipcio y que el jardín del Edén se ubicaba en Heliópolis, en las inmediaciones del rio Nilo. Por su parte, el investigador Michael S. Sanders asegura que toda la historia de la creación puede situarse en la zona entre el Mar Negro y el Monte Ararat. Basado en fotografías satelitales de esa región, afirma que la descripción biblica de la creación es "completa y literalmente muy precisa".

Otros investigadores más cautelosos, como Victor Hurowitz, profesor de estudios biblicos en la Universidad Ben-Gurion de Israel, afirma que "el jardín del Edén solo puede hallarse dentro de las páginas de la Biblia". Y cada vez existe un mayor consenso en el sentido de que el edén es unicamente un lugar mítico cuyo poder inspira e inquieta a la generaciones.
 
 

sábado, 19 de junio de 2010

Profetas. Ay de.....


Los que insisten en desafiar, retar y resistir al Dios soberano no tienen una idea de las terribles consecuencias que se están acarreando. Puede ser que en el presente estén saboreando la maldad y la desobediencia, pero los frutos que han de cosechar en su tiempo serán bien amargos. "No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará." (Gálatas 6:8)

"Y vió Dios que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio del corazón de ellos era de continuo solamente el mal" (Génesis 6:5) Fue esa la razón por la cual envió Dios a Su Hijo al mundo, para salvar al pecador y librarle de la condenación eterna. ¡Qué tristeza produce y cuánta compasión sentimos por aquellos que, pudiendo disfrutar de la luz, prefieren permanecer en tinieblas!

Cuando, por fin, a los esclavos en América les fue otorgada la libertad que tanto habían anhelado, algunos de ellos no podían creer lo que se les decía. Habían estado por tanto tiempo sujetos al yugo de la esclavitud que, siendo esa noticia una hermosa realidad y la que, por tanto tiempo habían estado esperando, permanecieron viviendo como siempre ... esclavizados.

Así también pasa con muchos esclavos del pecado. Estando la tierra llena de la gloria de Dios, por cuanto, hace más de 2000 años que vino Jesús a libertar a los cautivos, una gran cantidad de desobedientes y amadores de los deleites más que de Dios, prefieren quedarse en la esclavitud y en las tinieblas, despreciando la vida abundante que Jesús vino a darles.

Si eres parte de ese grupo de ignorantes, permite que tu corazón sea alumbrado y escapa de los ayes que le esperan a los que menosprecian un regalo tan valioso.

ISAIAS 45:9
¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡El tiesto con los tiestos de la tierra!
¿Dirá el barro al que lo labra: qué haces?; o tu obra: ¿no tiene manos?

ISAIAS 3:9-11
La apariencia de sus rostros testifica contra ellos;
porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan.
¡Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí.

Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos.

¡Ay del impío! mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado.

ISAIAS 30:1
¡Ay de los hijos que se apartan dice Jehová, para tomar consejo y no de mí;
para cobijarse con cubierta, y no de mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado!

ISAIAS 31:1
¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos;
y su esperanza ponen en carros, porque son muchos y en jinetes porque
son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!

ISAIAS 5:11
¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez;
que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!

ISAIAS 5:20-21
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo;
que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas luz;
que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

¡Ay de los sabios en sus propios ojos,
y de los que son prudentes delante de sí mismos!

LUCAS 6:24-26
... ¡Ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.

¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre.
¡Ay de vosotros los que ahora reis! porque lamentaréis y lloraréis.

¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!
porque así hacían sus padres con los falsos profetas.

MIQUEAS 2:1
¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal,
y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!

ISAIAS 10:1-2
¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar
del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos
de mi pueblo; para despojar a las viudas y robar a los huérfanos.

JEREMIAS 23:1
¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan
las ovejas de mi rebaño! dice Jehová.

EZEQUIEL 34:2,4
¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos!

No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la
perniquebrada, ni volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida,
sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.

MATEO 18:7
¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan
tropiezos, pero ¡Ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

MATEO 23:23,27-28
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
porque diezmais la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo
más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes
a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos,
mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los
hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

APOCALIPSIS 18:10
. . . ¡Ay, Ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte;
porque en una hora vino tu juicio!

ISAIAS 48:18
¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos!
Fuera entonces tu paz como un río,
y tu justicia como las ondas del mar.

viernes, 18 de junio de 2010

EL TEMPLO DE SALOMON. Breves notas.

 
CONSTRUCCION DEL TEMPLO DE SALOMON
Salomón, hijo de David, resuelto a levantar al Eterno el templo que su padre había proyectado, rogó a Hiram, rey de Tiro, que le proporcionara materiales necesarios para tan gigantesca empresa. Hiram aceptó gustoso y envió a un arquitecto, célebre por su raro talento, para que dirigiera la construcción. Este sabio arquitecto se llamaba Hiram- Abí, y era hijo de un Tirio y de una mujer de la tribu de Nepthalí.

El número de obreros ascendía a 183.000, llamados prosélitos o extranjeros admitidos, es decir, iniciados, Hiram los distribuyó en tres clases: 70.000 aprendices, 80.000 compañeros y 3.300 maestros. Cada una de estas clases tenía sus misterios y secretos, reconociéndose entre si por medio de ciertas señales, palabras y toques peculiares a cada grado. Los aprendices recibían su salario en la columna B, los compañeros en la columna J, y los maestros en la cámara del medio. Los pagadores no entregaban el salario sin examinar escrupulosamente en su grado a cada uno de los que se presentaban.

Ya la construcción del templo se hallaba casi terminada y tres compañeros u oficiales que no habían podido pasar aún a maestros e ignoraban por consiguiente las palabras, signos y toques de este grado, resolvieron sorprender a Hiram y arrancárselos por la fuerza para pasar luego por maestros en los otros países y tener derecho a la paga de su clase. Con este fin, sabiendo que Hiram iba todos los días al templo a hacer sus oraciones mientras los obreros descansaban, se pusieron un día en acecho y cuando le vieron entrar se apostaron en cada una de las puertas, uno en la del Mediodía, otro en la de Occidente y otro en la de Oriente.

Concluidas sus oraciones, se dirigió Hiram hacia la puerta del Mediodía. El oficial allí apostado le pidió las palabras y secretos del grado de maestro. Hiram se negó, y el oficial, irritado con esta resistencia, le asestó un golpe en la nuca con la regla.

Hiram-Abí trató de huir por la puerta de Occidente, pero allí encontró al segundo compañero, que le pidió la palabra de maestro. Rehusando Hiram acceder a los deseos del oficial, éste le dio un fuerte golpe en el pecho con una escuadra de hierro.

Entonces el maestro, reuniendo sus fuerzas, trató de salvarse por la puerta de Oriente, pero allí encontró al tercer oficial, que le hizo la misma intimación que los otros dos. Se obstinó Hiram en callar, y queriendo huir, el oficial descargó con un martillo tan fuerte golpe sobre su frente, que le dejó muerto.

Reunidos los tres asesinos, se ocuparon en hacer desaparecer las huellas del crimen. Ocultaron el cadáver bajo un montón de escombros y cuando llegó la noche le sacaron de Jerusalén y le enterraron lejos de la ciudad, en la cumbre de una montaña.

Pronto fue echado de menos el sabio arquitecto, y Salomón ordenó que nueve maestros se ocupasen exclusivamente en buscarle. Tomaron éstos distintas direcciones, y al día siguiente llegaron varios al Líbano. Uno de ellos, rendido de fatiga, se tendió sobre un cerrillo y observó al poco rato que la tierra estaba removida. Participó a sus compañeros esta observación, en vista de lo cual cavaron en aquel paraje, encontrándose un cadáver, que reconocieron con dolor ser el de Hiram-Abí. Depositaron de nuevo el cuerpo en la fosa, le cubrieron de tierra y regresaron a Jerusalén, donde dieron cuenta a Salomón del resultado de las pesquisas. Para reconocer el sitio donde Hiram estaba enterrado, cortaron una rama de acacia, que plantaron encima de la sepultura.

Salomón dispuso que los nueve maestros hiciesen la exhumación del cuerpo y lo transportaran a Jerusalén. Les recomendó que buscasen sobre el cadáver la palabra de maestro, y que de no hallarse, pusiesen mucho cuidado en observar el primer gesto que se hiciese y las primeras palabras que se profiriesen a la vista del cadáver, a fin de que fuesen en lo sucesivo los signos y palabras de maestro. Se revistieron los hermanos con sus mandiles y guantes blanco, marcharon al Líbano e hicieron la exhumación.

Se trató inmediatamente de averiguar quiénes eran los autores del crimen. La ausencia de tres compañeros no dejó duda acerca de los asesinos. Un desconocido se presentó a Salomón y le dijo en secreto el lugar donde se refugiaban.

Salomón convocó durante la noche al consejo extraordinario de los maestros, y les dijo que necesitaba nueve de entre ellos para desempeñar una comisión delicada; pero que constándole el celo y valor de todos y no queriendo dar la preferencia a ninguno, la suerte decidiría quiénes iban a ser los elegidos. Se hizo así y el primero designado por la suerte, llamado Joabén, fue nombrado jefe de la comitiva.

En seguida Salomón despidió a los demás maestros y expuso a los nueve el descubrimiento que un desconocido le acabada de hacer. Los elegidos concertaron las medidas que deberían tomar, adoptaron por palabra de reconocimiento el nombre principal de los asesinos, y salieron de la ciudad antes de amanecer. Guiados por el desconocido caminaron hacia Joppa, y a las 27 millas llegaron a la caverna de Ben-Acar, donde los asesinos se ocultaban.

Dos hombre que caminaban hacia la caverna, al ver a la comitiva emprendieron la fuga por entre las rocas. Reconocidos en esto culpables, se les persiguió largo tiempo, hasta que , viéndose próximos a ser cogidos, se precipitaron a un barranco, donde los maestros los hallaron expirando. Mientras tanto, Joabén, el jefe de de la expedición, viendo que el perro del guía se dirigía a la caverna, como siguiendo la pista de alguno se precipitó detrás. Una escalera de nueve peldaños le condujo al fondo de la gruta, donde a la luz de una lámpara distinguió al tercer asesino que se disponía a descansar. Viéndose descubierto este desgraciado, lleno de terror ante la visita de un maestro a quien reconoció, se hirió con un puñal en el corazón.

Los elegidos dejaron los cuerpo de los asesinos tendidos en el campo para que sirviesen de pasto a las fieras, llevándose las cabeza, que estuvieron expuestas por espacio de tres días en el interior de los trabajo con los instrumentos que sirvieron para cometer el crimen. Después fueron consumidas por el fuego y los instrumentos hechos pedazos. Satisfecho Salomón de la conducta de los nueve maestros, les agregó otros seis, y dispuso que en adelante llevasen el nombre de elegidos. Diose por diviso una banda negra que se sostenía en el hombro izquierdo y terminaban en la cadera derecha, de cuyo extremo pendía un puñal con una empuñadura de oro. Las palabras, señales y toques de reconocimiento fueron análogos a la acción que iban a ejecutar. En lo sucesivo su empleo fue la inspección general de los trabajo y de los masones. Cuando era necesario proceder en juicio contra alguno de éstos, el rey los convocaba en lugar reservado. El desconocido que les sirviera de guía en su expedición era un pastor, que entró en el cuerpo de los masones, llegando con el tiempo a pertenecer al número de los elegidos.

En estos hechos se apoya el cuarto grado de la Masonería. Ya los trabajos de la edificación del templo estaban para concluirse y apenas quedaba otra cosa que hacer sino consignar en lugar seguro y secreto el nombre del Gran Arquitecto del Universo, según era conocido desde su aparición sobre el monte Oreb en un triangulo radiante. Este nombre era ignorado por el pueblo y se conservaba por tradición que se hacía una vez al año, pronunciándolo el gran sacerdote rodeado de todos que podrían oírle. Durante la ceremonia se invitaba al pueblo a que gritase y aplaudiese, evitando poder ser oída la palabra por profanos.

Salomón hizo practicar en la parte más oculta del templo una bóveda secreta, en el centro de la cual colocó un pedestal triangular. Se bajaba a ella por una escalera de veinticuatro gradas dividida en tramos de tres, cinco, siete y nueve, y no era conocida más que del rey y de los maestros que en ella habían trabajado.

Hiram había grabado la palabra sobre un triángulo de oro puro que llevaba siempre pendiente del cuello; colocada sobre el pecho la superficie en que la palabra estaba grabada. Cuando le asesinaron tuvo tiempo para desprenderse de este triángulo y arrojarlo en un pozo que estaba en el extremo Oriente, hacia la parte del Mediodía. Salomón ordenó que hiciesen pesquisas para averiguar el paradero de la preciosa Joya.

Pasaban un día tres maestros junto al pozo en la hora del mediodía, y observaron que los rayos del sol, que caían perpendicularmente en el Pozo, hacían brillar un objeto en su fondo. Uno de ellos hizo que los otros dos le bajasen y encontró el delta que se buscaba. Llenos de alegría, se presentaron a Salomón, que a la vista del triángulo dio un paso atrás levantando los brazos y exclamando: Ya está aquí la palabra de....¡Gracias a Dios!

Llamó enseguida a los quince elegidos y a los nueve maestros que habían construido la bóveda secreta y acompañado de los tres que habían encontrado el delta, descendió a la bóveda. El triángulo fue incrustado en medio del pedestal y cubierto con una piedra de ágata de forma cuadrangular.

En la cara superior de esta piedra se grabó la palabra sustituida, y en la inferior todas las palabras de los diferentes grados de la Masonería. Salomón declaró a los 27 maestros elegidos la antigua ley que prohibía pronunciar la palabra del Gran Arquitecto y recibió de ellos el juramento de no revelar lo que acababa de suceder. Se colocaron delante del triángulo tres lámparas de nueve flameros cada una, y se selló la entrada de aquel lugar, que fue conocida con el nombre de la bóveda sagrada.

Este secreto quedó entre los 27 elegidos y sólo fue transmitido a sus sucesores. juraron eterna alianza, y Salomón, en señal, des dio un anillo de oro. Después de la muerte de este rey se gobernaron por si mismo siguiendo sus leyes dirigidas a la conservación de la obra.

Nabucodonosor, el decimoctavo año de su reinado, puso sitio a Jerusalén , y después de una tenaz resistencia, los habitantes, rendidos de hambre y de fatiga, demolidas las fortificaciones, a pesar de la vigilancia y actividad de los masones libres, la ciudad fue tomada a los diez y ocho meses de sitio.

Los principales de la ciudad con sus tesoros, y el rey Sedecías con su familia, se refugiaron en el templo; los masones intentaron una nueva resistencia, pero no pudieron resistir ala superioridad numérica de sus enemigos. Nabucodonosor ordenó a su general Naburzan que destruyese la ciudad y el templo hasta en sus cimientos, y fueran los habitantes conducidos cautivos a Babilonia. Esto sucedía el año 606 antes de J.C.

Los vencedores, para humillar más a los vencidos, les pusieron cadenas de eslabones triangulares, significando así el desprecio con que miraban el delta.

Inmenso el dolor que los masones experimentaron, no por verse cautivos, sino por contemplar profanado y demolido el templo, la obra más grande y magnífica que la mano del hombre levantara hasta entonces a la gloria del Gran Arquitecto del Universo.

Después de setenta años de cautiverio, Ciro concedió libertad a los judíos, y les restituyó los tesoros del templo. Zorobabel, descendiente de los primeros de Judea, honrado por Ciro con el título y distintivo de caballero de su Orden, se puso a la cabeza del pueblo judío, y el 22 de marzo emprendió la marcha hacia Jerusalén.

Llegado a los márgenes que separan Asiría de Judea, hizo construir un puente para que el pueblo pudiese pasar. Pero entretanto los pueblos de las comarcas opuestas se coaligaron contra ellos y les atacaron s u paso por el puente, Zorobabel en la refriega perdió el distintivo de honor con el que Ciro le había condecorado; pero armado de una espada que sólo con la vida podía perder, y ayudado de los bravos masones que le seguían, derrotó a los enemigos y entró en Jerusalén,

Muchos naturales de esta ciudad, escapados del cautiverio, vagaban por todas partes en el estado más miserable. Había entre éstos algunos elegidos, que se unían en secreto, a fin de practicar las ceremonias de su Orden y conservar las tradiciones. Al destruir el templo, no había sido hallada la bóveda secreta. Los elegidos la buscaron y se apoderaron del triángulo que fundieron para no verlo profanado si caía en manos de los enemigos; rompieron la piedra ágata, y transmitieron sus secretos por tradición. Nombraron un jefe que presidiese sus asambleas, y continuaron sus reuniones.

Zorobabel fue admitido en la confraternidad por Ananías, jefe de los masones. En seguida dispusieron reedificar el templo, y siendo molestados por los enemigos, trabajaban sin abandonar las armas. A consecuencia de esto, los obreros tuvieron siempre la espada en la mano y la trulla en la otra.

Después el templo fue destruido por los romanos el año 70 d.c. y los masones, si bien permanecieron ocultos, no se desunieron., Se propagaron sí por todo el mundo, dándose a conocer por sus nuevos trabajos.

TEMPLO DE SALOMON, De Isaac Newton a la Ilustración

Las reconstruciones de los últimos arquitectos barrocos desembocarán en las estructuras geometrizantes del Siglo de las Luces. Tambien destaca el surgimiento de una masonería en alza que culminará el siglo siguiente con grandes reconstrucciones.

Nikolaus Goldmann y Leonhard Christoph Sturm

El matemático y profesor de arquitura alemán Nikolaus GOLDMANN (1611-1665) fue autor de la «Introducción completa a la arquitectura civil», un compendio de la arquitectura de su época, publicado póstumamente (1696), donde el Templo se proponía como patrón de perfección para medir y regular todas las ramas de la arquitectura. Presta particular atención al uso de módulos en la construcción, así como a la teoría de las proporciones. En realidad se trata de una versión simplificada, sin los muros y pérgolas exteriores, de la propuesta de Villalpando, adaptada a los nuevos gustos arquitectónicos de la época. El Santuario también se adapta a alguna de las últimas reconstrucciones.

Sus notas y diseños habían sido utilizados dos años antes en Leipzig por el editor de aquella obra, el teólogo y arquitecto Leonhard Christoph STURM (1669-1719) en su obra «Sciagraphia Templi Hierosolymitani», basada directamente en la traducción que hizo Lutero de la Vulgata. Los elegantes caracteres góticos de ésta se mezclan con eruditas citas en hebreo y griego. La obra contiene sólo cuatro grabados, ya que la propuesta completa que incluiría alzados se presentó dos años después en la edición de Goldmann. En realidad Sturm presenta dos propuestas: el Templo de Herodes (lám. 1: «Designatio Templi juxta Talmudicos Doctores») y el de Ezequiel. El primero es una clásica propuesta rectangular de 340x140 codos, con la novedad de situar los espacios auxiliares del Templo fuera del rectángulo, en lugar de sobre el mismo muro, como será habitual. Los patios de las cocinas («culinis populi») son cuadrados, de 40x40 codos.

En cuanto al Templo de Ezequiel, Sturm se basa claramente en Villalpando, al que, todavía, añade un atrio exterior concéntrico («atrium gentium», 3000x3000 codos, que sería el tamaño del «montis sancti»), que recoge el atrio de las mujeres (1000x1000) y un templo semejante al propuesto por Villalpando (800x800). Repite las dos consideraciones más dudosas de Villalpando: la división del atrio exterior en siete atrios cuadrados y la extensión del Templo fuera del cuadrado de 500x500. También rediseña todo el área del Santuario y añade, en una curiosa entente con los textos rabínicos, dos conjuntos de patios cruciformes de 40x30 codos en dos de los atrios exteriores, así como elementos de tabiquería allí donde Villalpando sólo preveía columnatas para disponer los numerosos habitáculos auxiliares del Templo que el jesuíta, más preocupado por la belleza de sus láminas, olvidaba. Las citas al Talmud son habituales, así como las de teóricos como Ribera, Cappel (de quien toma la disposición de los patios perimetrales), Coccejus, Judá León (a través de la edición de Sauberto), Goldmann, Wasmuthius y, por supuesto, Villalpando.

1695: Abraham ben Jacob

El Amsterdam Haggadah (conservado en la New York Public Gallery) se convirtió pronto en una imagen clásica dentro de la iconografía rabínica de la religión judía, especialmente por su amplia difusión en el occidente europeo. Amsterdam se había convertido en el siglo XVII en uno de los grandes centros del judaismo tras la independencia del Imperio Español. Numerosos judíos españoles y portugueses llegaron aquí animados por el ambiente tolerante y abierto de los Países Bajos. A diferencia de Venecia, allí no se puso ninguna restricción a la propiedad de imprentas por judíos, por lo que su número creció rápidamente: «Impreso en Amsterdam» pronto fue un signo de excelencia tipográfica y de diseño, así como de fiabilidad textual.

Esta imagen del Templo, con el Sol atardeciendo tras el templo, ha sido copiada hasta la saciedad en los Haggadah judíos hasta la actualidad, así como un mapa de Canán con la ruta del Éxodo y los límites de la Tierra. Hay algo de ironía en todo esto, ya que Abraham ben Jacob -un judío converso que había sido sacerdote cristiano- tomó prestadas la mayoría de las ilustraciones de artistas cristianos. La conocida imagen del Santuario está tomada de las Icones Bibliae de Mathaeus Merian, que Abraham debió conocer bien como sacerdote. Pese a ello, se le reconoce haber ampliado los límites de la ilustración de los libros judíos. Las innovaciones no estaban sólo en las ilustraciones sino, principalmente, en la técnica. Fue la primera Haggadah en la que se usaron planchas de cobre en lugar de madera.

1701: Johannes Lund

Es interesante destacar la hábil lateralidad centralizada del teólogo luterano holandés Johannes LUND (Flensburgo, 1638-86) en «Die Alten Juedischen Heilightuemer» entre el gran número de intentos, donde la fuerte influencia de las bellas estampas de Villalpando se contrapone a las más exactas descripciones de los rabinos, cuya falta de simetría molestaba hasta a los más fieles seguidores. Las citas, sobre todo, a Judá León «Templo» son contínuas. Sus ilustraciones fueron usadas para una de las más famosas maquetas del siglo XVIII, la realizada por los administradores del orfanato de Glaucken (Halle, Alemania) en 1718.

1721: Johann Fischer von Erlach

El arquitecto austriaco Johann Bernhard FISCHER VON ERLACH (Graz, 1656 - Viena, 1723) concibió el «Entwurff einer historischen Architektur» (Viena, 1721), un tratado escrito en alemán y francés en el que compara las diferentes culturas universales a lo largo de la historia. En él se hacía eco de la reconstrucción de Villalpando, de la que incluye una planta y una perspectiva, citando también a Josefo para el Segundo Templo, a Lightfoot para el interior y al Viaje de la Tierra Santa de Doubdan para la actual mezquita de la Roca.

1728: Isaac Newton

También el físico y matemático inglés Isaac NEWTON (Whoolstorge, 1642-1725) aportó su conocimiento del hebreo y del problema del templo a un serio estudio del Templo de Salomón y Ezequiel, el «Chronology of the Anctient Kingdoms...» (1728), publicado póstumamente, con una descripción de la Corte Interior del Templo de Salomón basado en elementos de Ezequiel, pero descartando todo lo que añadieron Zorobabel y Herodes, es decir, la parte asimétrica o diferente de las tres descripciones. Las medidas son 200x250 codos, de proporción 5:4 = 1,25. Sus manuscritos han sido recientemente editados en un libro en castellano.

También dejó inéditos numerosos diagramas con notas manuscritas, que demuestran su erudición filológica y exegética. Uno de los manuscritos trata directamente el tema del Templo de Salomón. En él, demuestra un exhaustivo conocimiento de las fuentes bíblicas ortodoxas, sin caer en la tentación de los simbolismos arbitrarios, inluso permitiéndose corregir aspectos mal traducidos por San Jerónimo. Cita también a Josefo, Maimónides, la Misnah de Compiègne de Veil, Ricardo, Montano, Vatable, l´Empéreur, Villalpando, Drusius y Cappel demostrando una gran erudición filológica con inesperadas claras ideas de la arquitectura del Templo. A estos dos últimos autores y su «Critici Sacri», la compilación teológica más importante de su momento, parece deber no sólo las principales ideas, sino sobre todo los procedimientos ilustrados de exégesis bíblica. Las diferente traducciones seguramente fueron tomadas de la políglota de Walton.

En cuanto a la disputa sobre qué templo se parecía más al de Salomón, si el de Herodes o el de Ezequiel, toma claro partido, pero demostrando su conocimiento del segundo: "El Templo de Salomón junto con sus atrios no ha sido descrito suficientemente en ningún sitio, salvo en las visiones de Ezequiel [...] cabe esperar que los edificios levantados sobre los mismos cimientos se clarifiquen mutuamente". También demostró una gran erudición con un tema que nos concierne especialmente: el de las medidas hebreas. Pero tendremos que volver sobre el tema en otro momento.

- Isaac Newton, The Chronology of Ancient Kingdoms Amended, London, 1728.

- Isaac Newton, El Templo de Salomón, Ed. crítica, trad. española y estudio de Ciriaca Morano, Debate CSIC, Madrid, 1996.

1731: Johann Jacob Scheuchzer

El alemán Johann Jacob SCHEUCHZER es el autor de «Physica Sacra» (1731-35), una monumental obra que alcanzó gran reconocimiento en su tiempo, en la que se dedica una documentación muy completa al Templo. Incluye las reconstrucciones de Villalpando, Lund y Sturm, que le deben parte de su notoriedad.

1741: John Wood

Algo posterior es la propuesta del arquitecto inglés John WOOD (1704-1754), masón y misticista, que tanto hizo desde la ciudad-balneario de Bath por la propagación del neopaladianismo en Inglaterra. En su obra «The Origin of Building» defiende el origen hebreo, a través de Grecia y Egipto, de la arquitectura pagana romana. Esta discutible tesis es una manifestación tardía de la vieja idea de Villalpando de eliminar de la arquitectura clásica toda asociación pagana a fin de justificar su uso en el cristianismo. Con una potente concepción geométrica, casi podríamos decir que racionalista, vuelve a la disposición rectangular con dos atrios, pero sin la presencia de los atrios interiores cruciformes de las cocinas, reminiscencia de los grabados de Vatable. La inscripción del Santuario dentro de sucesivos niveles de muros es clásica de las representaciones judías.

1750: Christopher Wren

El gran arquitecto británico Christopher WREN (East Knoyle, Wiltshire 1632 - Londres 1723) es más conocido por ser el arquitecto de la reconstrucción de la catedral de San Pablo en Londres, el hospital de Greenwich o el palacio de Kensington, pero también tuvo relación con el salomonismo. Algunos de los tratados de arquitectura de Wren, incluidos por su hijo Christopher en el Parentalia, se refieren a edificios antiguos, aunque muestran escaso interés por las armonías Pitagóricas o los sagrados principios que Dios empleó como arquitecto. Wren se interesó por el Templo de Salomón, pero no creía que su calidad estuviera causada por su inspiración divina. Muestra su admiración por el elegante orden corintio de Villalpando, al que define como una "fine romantick Piece". Rechaza la asociación de Vitruvio de los órdenes con las proporciones humanas, sino que cree que tiene más que ver con los árboles que con los hombres.

- Christopher Wren, Parentalia: or, Memoirs of the Family of the Wrens, p. 360, Londres, 1750. La parte de Sir Christopher se editó aparte en 1903 y en facsímil en 1965: Life and works of Sir Christopher Wren from the Parentalia or Memoirs by his son.

1767: Hilario Santos Alonso y Manuel Josef Martín

Aunque no hace ninguna alusión al monasterio del Escorial, es muy interesante esta obra, ya que no abundan precisamente los tratados salomónicos en la España de la ilustración borbónica. En esta época, el edificio de Felipe II se trataba desde el punto de vista arquitectónico, despojándolo de toda tradición simbólica o dinástica. Se inscribía así en una discusión más amplia sobre el clasicismo arquitectónico europeo de los siglos XVI y XVII. Estos dos escritores, inscritos en la moda de imitaciones del Quijote y su constumbrismo, escriben en una prosa popular, breve y asequible.

- Historia verdadera y sagrada del Rey Salomón, y fábrica del gran Templo de Jerusalén. Sacada de la Sagrada Escritura, según Calmet, Villalpando y otros insignes expositores, su autor Don Hilario Santos Alonso, en Madrid, en la imprenta de D. Manuel Martín, 24 pp. (ed. 1771 Valencia, 1772 Murcia); ed. de Madrid, 1778, por Manuel Josef Martín.

Apéndice: la Masonería

Durante la segunda mitad del siglo y todo el siguiente, sólo la masonería parece interesarse por el Templo. De hecho, muchos de los últimos reconstructores que acabamos de ver y la mayoría de los del siguiente capítulo eran masones. La intención filológica y científica de Arias Montano y Villalpando se transforma en una lectura espiritual y esotérica del Templo a partir del siglo XVIII. Todo se lee con símbolos y se lee lo que se quiere leer. Se descubren ingeniosos trazados reguladores que «demuestran» intenciones esotéricas en cualquier edificio medieval. Se inventan también magníficas leyendas, como la que magnifica el papel del arquitecto Hiram en la construcción del Templo de Salomón, según conviene a la tradición constructora de la masonería. Se construye una tradición iconográfica propia basada en las columnas Jakim y Boaz y la disposición tripartita del Santuario. Pero, sobre todo, se transforma a Salomón en el mayor mago de todos los tiempos.

1) Representación satírica de una logia masónica (1747). Es una evocación de las perspectivas de Vatable y Arias Montano del Templo de Jerusalén.

2) Lámina francmasona (Inglaterra, ca. 1780).

3) Ketima Vere, Der compass der Weisen (El compás de los sabios), Berlín, 1782.

EL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX: EL MARQUÉS DE VOGÜE Y PERROT-CHIPIEZ

En este siglo las reconstrucciones del Templo se dividen claramente en dos corrientes. Mientras algunos historiadores participan de los ideales románticos y viajeros de la época, dibujando hermosos templos que marcaran el cénit de las reconstrucciones desde Villalpando, los masones toman como símbolo el Templo de Salomón, al autoproclamarse continuadores de los templarios. Considerando al rey Salomón y a su arquitecto Hiram Abiff los iniciadores de su larga tradición esotérica, era lógico que el Templo de Salomón y, sobre todo, sus dos columnas -Hakim y Boaz- fueran objeto de nuevos intentos de reconstrucción.

1853: el Marqués de Vogüe

En el siglo XIX, el arqueólogo y académico C. J. Melchior (París, 1829 - 1916), marqués de VOGÜE y embajador de Francia en Palestina, se dió a conocer por una serie de artículos publicados en su juventud titulados «Mélanges d´architecture orientale» (1853-54) realizados tras un viaje a Tierra Santa. En su libro «Le Temple de Jérusalem» propone una versión con intención realista arqueológica del Templo de Herodes, que no niega un cierto regusto romano, justificado por su construcción en el siglo I a.C., durante la colonización romana de Israel. Sus medidas son de 350x225 codos, ya que a las medidas de los textos usados añade las de las paredes, y al ancho general de 135 codos añade los muros y dos veces los 40 de los patios de las cocinas, que con ello pierden su aspecto cruciforme.

Con una gran erudición y contínuas citas de los originales de Josefo en griego y el Middot en hebreo, así como en árabe para las fuentes del Domo, propone un original alzado trapezoidal con fuertes aires egipcios para el Templo de Salomón. La única decoración que se permite son unas Jakim y Boaz propias de las modas arqueológicas, que en su propuesta sujetan el dintel de la pared del vestíbulo, frente a otros que las prefieren exentas delante del Templo. Especialmente originales son las secciones, organizadas en base a trazados reguladores con líneas paralelas, basadas en la proporción del Sancta (30x40 codos) y del alzado (75x100 codos), es decir, la cuarta o diatesaron (3:4). Merecen ser destacadas las escaleras de acceso desde las puertas exteriores, ya que tienen una disposición semejante a las que acceden a la terraza superior de los frailes en El Escorial.

1861: Eliphas Lévi

Se trata de un seudónimo con el que se conoció al famoso escritor masón Alphonse-Louis Constant (París 1810 - 1875). Tiene una fuerte intención realista basada en la moda de los descubrimientos arqueológicos, con un evidente orientalismo ecléctico. El sueño romántico de los ilustrados alemanes y franceses inventó un Templo de Jerusalén al gusto de la novela gótica tan de moda en su tiempo. Los masones pretendían poseer el candelero y las columnas de la entrada al Templo, Jakim y Boaz, por lo que llegaron a ocupar un lugar fundamental dentro de la simbología e iconografía masónica.

1887: Perrot y Chipiez

Así llegamos a la quasi perfección de la más que es, junto con la de Villalpando, la más bella reconstrucción llevada a cabo hasta la fecha del Templo de Ezequiel, la del estudiante francés de arquitectura André PERROT (1882-1912) y el arquitecto, académico y embajador de Francia en Palestina Charles CHIPIEZ (Ródano, 1835-1920), un magnífico tratado de arqueología de lo imaginario que halaga con elementos orientales los gustos del eclecticismo imperante a finales de siglo. Las fuentes principales son los alemanes Smend y Stade. Los grabados no están exentos de cierta exagerada grandiosidad, por otra parte necesaria dada las medidas del Libro del Profeta. Posteriormente, la parte dedicada al Templo se editó por separado: «Le Temple de Jérusalem et la Maison deu Bois-Liban, restitués d´aprés Ezéchiel et le livre des Rois...» (Paris, Hachette, 1889).

1896: Schick

Desmesurado barroquismo oriental el que propone el Dr. C. SCHICK en Die Stiftshütte, reeditado por Mr. E. Meyers en Jerusalén (The Story of the Tabernacle and the Temples of Jerusalem, L. J. S. Press). Las maquetas y dibujos parecen excesivamente recargadas, con más fantasía que imaginación. Merece destacarse la propuesta, por otra parte muy dudosa debido a los mínimos datos que nos han llegado, del Templo de Adriano. Para Schick, guarda una fuerte semejanza con el primitivo Santo Sepulcro, con planta centralizada con cúpula de fuerte sabor bizantino, que anticipa las formas del Domo de la Roca.

1903: Saint-Yves D´Alveydre

Dentro de la importante corriente masónica-teosófica-esotéri
ca de las reconstrucciones del Templo de finales del siglo pasado, resulta curioso estudiar una idea ya adelantada tres siglos antes por Villalpando. Saint-Yves D´ALVEYDRE, según sus notas compiladas y completadas por acólitos de su círculo teosófico en 1911, enumera rigurosamente las medidas y versículos de la arquitectura bíblica del Arca, el Tabernáculo y los Templos de Salomón y Ezequiel, que él identifica. Ello le lleva a proponer el Archéomètre, un método de composición válido tanto para la arquitectura como para la música basado en la antiguos conceptos platónicos de la Armonía Universal: "Estos pasajes prueban con sobrada abundacia la importancia capital que Dios daba a todos estos números, para la construcción de sus Templos, los cuales números eran, sin dudarlo, otras tantas Palabras musicales y constituían, en su conjunto, una armonía perfecta".

LOS ESTUDIOS CONTEMPORÁNEOS

En general, pocas aportaciones a la reconstrucción del Templo nos han ofrecido nuestros contemporáneos. Algunas reinterpretaciones de modelos clásicos -sobre todo la de Perrot-Chipiez-, y curiosas aportaciones basadas en los últimos descubrimientos arquológicos. También destacan recopilaciones como las de Helen Rosenau.

1925 HELMLE y CORBETT: en Pencil Points

Estos arquitectos, al más espectacular estilo neoclásico, representaron la Ciudadela y el Templo de Salomón, en un aparatoso ejercicio de desbordada imaginación. El modo de composición deja ver modos ya pasados de moda para 1925, más propios del siglo pasado, a la vez que intenta mostrar una cierta intención arqueológica al dibujar, por ejemplo, las pequeñas cámaras de alrededor del Santuario. Al ser la reconstrucción de la Ciudadela, se permite usar fuentes más libres (el Libro de Reyes apenas habla de medidas, sólo de disposiciones), frente a la disposición más recta y modular de la descripción de Ezequiel o Josefo.

1926 H. GRESSMAN: Altorientalische Texte und Bilder zum Alten Testament

Separa el Santuario de Salomón de los elementos extraños de Herodes y Ezequiel que tradicionalmente completaban la escasa descripción bíblica. La fantasía se concentra en imaginar la imagen que tendría el edificio a la luz de templos similares de esa época que construyeron otros pueblos por la misma zona.

1933 Carl WATZINGER: Denkmäler Palästinas. Eine einführung in die archäologie des Heiligen Landes, 2 vols., Leipzig, 1933-35

Estudio sobre los monumentos palestinos desde el punto de vista arqueológico. La reconstrucción del Templo de Salomón es muy ortodoxa: simple y rectangular. La de Herodes se reduce al santuario, en forma de «T» invertida, con dos alturas y fachada de clara influencia romana, con cuatro columnas corintias sujetando un atrio triangular con una cornisa encima que lo inscribe en un cuadrado. Un águila imperial romana corona la entrada.

1954 L. Hugues VINCENT: «Le Temple Herodien d´apres la Misnah», en Revue Biblique, nº 71, 1954, pp. 5-35 y 398-418.

El investigador francés propone una densa construcción que, según Busink, representa un retroceso hacia una visión decimonónica del Templo de Herodes. Claramente basada en las propuestas de Vogüe, simplifica la disposición de patios perimetrales, lo que le lleva a sustituir los patios cruciformes de las cocinas por una galería para las mujeres, a la usanza de las antiguas sinagogas judías. En 1956 y 1962 republicó su propuesta dentro de Jerusalem dans l´Ancien Testament (vol. II y III, J. Gabalda, París) y The interpreter´s Dictionary of the Bible.

1955 G. Ernest WRIGHT y William Foxwell F. ALBRIGHT: «The Stevens´ Reconstruction of the Solomonic Temple», en Biblical Archaeologist, nº 18, 2, 1955, pp. 4-44.

Representación ortodoxa del Templo de Salomón, con un cuerpo central rectangular rodeado de dos más bajos sobre una plataforma. Decoración sencilla, con ventanas pequeñas horadadas en el muro y dos grandes columnas de estilo oriental flanqueando la entrada. Cornisa plana típica oriental con decoración triangular compuesta con ladrillo.

1956

Especial notoriedad iconográfica, sobre todo en las guías contemporáneas, ha tenido la maqueta de la Jerusalén de los tiempos de Cristo que puede contemplarse en los jardines del Holyland Hotel, al sudoeste del Jerusalén moderno. Se basó en las propuestas del eminente historiador y arqueológo Dr. Michael AVI-YONAH, director del Museo de Israel, y fue construida por los arquitectos E. Schaeffler y Rolf Bront Zen gracias a la financiación del propietario de dicho Hotel.

Desde la muerte del Dr. Avi-Yonah, se han continuado aportando datos datos de las últimas excavaciones por el Dr. Y. Tsafrir ejecutadas por Ch. Peretz. El modelo está construido a escala 1:50, con materiales autóctonos semejantes a los que debieron utilizarse en su tiempo: piedra, mármol, cobre, hierro y madera.

El estilo, en el que la influencia que pudo tener la ocupación romana no intenta ocultarse, se aleja de otras propuestas orientalistas que piensan más en el templo que Salomón construyó en el mismo lugar seis siglos antes. La influencia sobre otras maquetas, como la de la ilustración adjunta, sita en un convento de la Vía Dolorosa en Jerusalén, ha sido muy fuerte.

1960 André PARROT: El Templo de Jerusalén, Barcelona, Garriga, 1961; trad. de Le Temple de Jérusalem, Delachaux, París.

Uno de los dibujos que más se han celebrado, sobre todo por las biblias ilustradas. Forma parte de una serie de estudios arqueológicos de eventos bíblicos, entre los que destaca también el del Arca de Noé.

1965 Robert LAFONT: Histoire de Jérusalem, Ed. R. Lafont, Paris, 1965.

Incluye una curiosa vuelta atrás a la época de Arias Montano, ya que el Patio de las Mujeres prácticamente desaparece, quedando un edificio ligeramente disimétrico con tendencia al cuadrado.

1970 Th. A. BUSINK: Der Tempel von Jerusalem, von Salomo bis Herodes, 2 vols., Nederlands Inst., Leiden, 1970-80.

Magna y exahustiva compilación de otras propuestas y aportación de una propia, semejante a la de Wright de 1955. En la sección, el Sancta Sanctorum aparece como un cubo sin ventanas dentro de la nave, de mayor altura. Jakim y Boaz están coronadas por capiteles esféricos. Hay abundantes influencias egipcias en la decoración e, incluso, en los mismos querubines que flanquean el arca.

1971 Encyclopaedia Judaica, Keter, Jerusalem, 1971 (con la intervención del Pr. Avi-Yonah).

Reproduce el Templo de Herodes rectangular del Atlas de Israel de medidas generales 178x278 codos, con los cuatro patios cruciformes de las cocinas cuadrados de 40 codos. Existe una edición resumida en castellano: Jerusalén. Libro de bolsillo, trad. de A. COMEY, Keter, Jerusalem, 1980. Joan COMAY reprodujo también esta propuesta, ligeramente simplificada, en The Temple of Jerusalem (Holt, Rinehart and Winston, New York, 1975).

Insistió siempre en la posición de los cuatro patios de las cocinas porque, tal vez, sea la principal coincidencia con el esquema arquitectónico de El Escorial. Sin embargo, no todas las reconstruciones lo incluyen, o no en posición cruciforme. Desde que Vogué lo propuso, muchos le siguieron dejando el patio de las mujeres exento. Las fuentes más antiguas los sitúan de forma simétrica en las esquinas de un patio mayor cuadrado, como en la presente ilustración.

1977 Kurt GALLING: Biblisches Reallexikon, J.C.B. Mohr, Tübingen, 1977.

Diccionario bíblico, en el que en la voz «Tempel» se simplifican las propuestas de Galling, Möhlenbrinck y Schult para los santuarios de Salomón, Ezequiel y Herodes, aunque en el caso del primero pone en duda las propuestas de estos autores.

1978 John WILKINSON: Jerusalem as Jesus knew it. Archeology as evidence, Thames and Hudson, London, ed. 1988. Existe tradución castellana de Eulalia Carreter: La Jerusalén que Jesús conoció: la arqueología como prueba, Barcelona, Destino, 1990.

Reconstrucción ortodoxa del Templo de Herodes, semejante a la de la Encyclopaedia Judaica y, por tanto, perteneciente a las que tienen un esquema coincidente con el de El Escorial.

Sus medidas generales son de 340x140 codos, con patios cruciformes de 40 codos. Reproduce la fachada de Watzinger.

1979 Helen ROSENAU: Vision of the Temple. The image of the Temple of Jerusalem in Judaism and Christianity, Oresko Books, London, 1979.

Posiblemente la más completa recopilación de reconstrucciones del Templo de Jerusalén. Se trata de un estudio que abarca la imagen del Templo de Jerusalén desde las monedas de Bar Kochba (132-135 d.C.) hasta la arquitectura contemporánea religiosa, con cerca de 160 reproducciones del Templo. A este estupendo tratado deben remitirse los que quieran ampliar la información de estas páginas.

1980 Rabbi Moshe EISEMANN: «Yechezkel: The book of Ezekiel. A New translation with a Commentary Anthologized from Talmudic, Midrashic and Rabbinic Sources», Mesorah Publ. Brooklyn, N.Y., 1980.

Entre los estudios hebreos modernos, el de este rabino acerca de los comentarios de Rashi sobre Ezequiel destaca por su originalidad y aportación de nuevas soluciones a la conciliación de los tres templos, El templo tendría según esta versión 312 x 317 codos en lugar de los 500 x 500 normalmente aceptados. Tal discrepancia es consecuencia de haber supuesto que las cámaras adyacentes a las puertas se hallaban a lo largo de los muros [lám. 58]. Así, el cuadro «mengua» en cuatro veces 50 codos, la profundidad de las puertas, es decir 200 codos. Los 12 y 17 codos adicionales se deben al grosor de los muros del atrio interior. Estas «artimañas» lo significan como un intento de identificar el Templo de Ezequiel y el de Herodes.

1988 Stanley TIGERMAN: The arquitecture of Exile, Rizzoli, Nueva York, 1988.

Obra de recopilación en la línea de Rossenau, con alguna aportación importante e interesantes aportaciones de propuestas de estudianes. Entre las propuestas modernas que recoge destacan una de las más claras propuestas con patio cruciforme que data de 1937 (p. 104, Tiferal Israel, según la Misnah Middot de Maimónides), las de Yigael YADIN (The Temple Scroll: the Hidden Law of the Dead Sea Sect, 1985).

Leen RITMEYER: The Temple and the Rock, Ritmeyer Archaeological Design, Harrogate, England, 1996.

Importante aportación arqueológica, basada en su tesis doctoral, «The Architectural Development of the Temple Mount in Jerusalem», patrocinada por la Fundación Rothschild y leida en 1992. Otras publicaciones de este autor han sido «The Ark of the Covenant, where it stood in Solomon´s Temple» (Biblical Archaelogy Review, Ene/Feb, 1996) y «Locating the original Temple Mount» (B.A.R., Mar/Abr, 1996. La tesis básica sitúa el templo de Salomón en un cuadrado de 500 codos de 52´5 cm apoyado en un punto de inflexión del actual muro oriental del monte Moriah con el Templo situado en su esquina Noroeste, tal como describe la Misnah. La propuesta más controvertida, espléndidamente argumentada, es la de la situación del Sancta Sanctorum sobre la roca de la Mezquita de la Roca. Josefo cuenta que Herodes amplió la explanada, probablemente hacia el Norte y el Sur, por lo que todo encaja a la perfección. Para la orientación, propone un pequeño giro de la traza actual, de manera que el templo se apoye en las marcas de la roca y quede orientado hacia el punto más alto del Monte de los Olivos.

Alec GARRARD: The splendour of the Temple, Moat Farm Publications, Fressingfield, Eye, Suffolk, 1997.

Este libro reproduce con profusión imágenes de la maqueta que el autor ha realizado por pura fascinación de maquetista basándose en Josefo, la Misnah, el Carta´s Atlas on Jerusalem de Dan Bahat (1983), el Ready to rebuild de Tomas Ice and Randall Price, Bellow the Temple Mount in Jerusalem, de Shimon Gibson y David M. Jacobson, la obra de Ritmeyer y otras fuentes.

Garrard comenzó su maqueta en 1980 sobre un tablero de 20x12 pies con auténticas «piedras» y casi 4.000 pequeñas figuras de personas pintadas a mano, con vestidos de la época. Existe también un doble vídeo realizado con el profesor de Biblia Rev. Christopher Hill, que resumen ocho seminarios en cuatro horas de imágenes.

Nota importante: Me pareció una interesante recopilación sobre el templo, por eso pongo a su alcance este texto, los incito a ver la fuente original sapiens.ya.com/jrcuadra/jrhist-6.htm

La Historia de un Extraño Albañil

Existe una historia relacionada con la construcción del templo de Salomón en Jerusalén , el maestro Hiram había contratado solamente a once Albañiles para la construcción del Templo, luego se presentó un doceavo Albañil y aunque no parecía apto ni confiable, no pedía salario alguno.

Fue admitido por su destreza. Cada día este compañero realizaba trabajos difíciles de llevar a cabo. La construcción del Templo dedicado a Jehová avanzaba y superaba en belleza a todo lo que se podría esperar, esto gracias a este Albañil.

Nadie conocía el nombre de este Albañil de obras ni su nacionalidad, y lo más sorprendente nunca se presentaba a reclamar su salario alguno. Cuando se distribuían las tareas al despuntar el Alba, todos se sorprendían, al ver lo que el extraño Albañil había avanzado en tareas por la noche, con tanta rapidez como perfección.

Cuando concluían el Sancto Sanctorum la ultima y más importante parte del Santo Templo, él pidió poner la ultima loza, sobre la cual descansaría el Arca de la Alianza, y le fue concedido en razón de las admirables habilidades con la albañilería, ese día a media noche en punto entró en soledad al Sancto Sanctorum, colocó la pesada loza en su sitio y nadie lo volvió a ver más. Se cuenta que esta pesada loza era fácilmente removible mediante un ingenioso mecanismo, que ocultaría en un sótano al Arca de la Alianza en caso de peligro. Esto solamente era sabido por Salomón, el sumo Sacerdote en turno, Hiram y el extraño Albañil. Se cree también que este Albañil aparecía en la construcción de cada monumento sagrado y en la construcción de cada Catedral.

Les decía que era diestro en la construcción, que sabía trabajar la piedra dura y la franca, la caliza y el mármol. Y que alguien como él estaría en la construcción de cada edificio sagrado.

Así es la historia del Extraño Albañil que se presenta de cuando en cuando, para ayudar en la construcción de algún importante Templo.

jueves, 17 de junio de 2010

Los significados de la palabra elohím.


 
Uno de los argumentos favoritos de la teología trinitaria se relaciona con el significado de la palabra hebrea elohim. Siendo que el término elohim se le aplica en las Escrituras a Yahwéh, y siendo que ésta es una palabra plural, los teólogos reclaman que esto es evidencia de que el pueblo hebreo concebía a Yahwéh como un ser compuesto de tres personas, esto es: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nada más lejos de la realidad.

Para el estudiante cuidadoso es fácil darse cuenta del error de ese argumento. Si la palabra elohim significara “personas” el argumento sería válido; pero ese no es el caso. Elohim nunca significa personas sino, en lenguaje de Reina-Valera, “dioses,” o más correctamente, “poderosos.” Para ser fieles al supuesto significado trinitario de la palabra tendría que decirse que Yahwéh está compuesto de tres “dioses,” no personas; porque el significado de “personas” no está ni siquiera implícito en el término hebreo. Por supuesto, decir que uno cree en tres “dioses” sería calificado de politeísmo por todos inmediatamente.

A fin de entender correctamente la naturaleza de Yahwéh, o más bien, el significado de la palabra elohim es necesario entender los límites de aplicabilidad de la palabra. Toda palabra tiene ciertos límites de aplicabilidad, fuera de los cuales pierde su utilidad. Si uno aplica una palabra fuera de sus límites de aplicabilidad, esta pierde su significado y su utilidad para describir, se hace ininteligible. Para entender los límites de aplicabilidad de una palabra en particular es conveniente consultar un buen diccionario, pero esto no es suficiente. Es necesario también cotejar cómo se usa la palabra en las Escrituras Hebreas (y aún en traducciones) y qué limites de aplicabilidad se le establecen a dicha palabra en la cultura de la cual provienen los escritos que la contienen.

Veremos en esta lección que en las Escrituras Hebreas se usa la palabra elohim con un sentido plural (llamado plural numérico) cuando se aplica a diversas deidades o seres sobrenaturales; y también se usa con sentido singular (llamado plural abstracto) cuando se le aplica a una deidad singular. Pero nunca se utiliza con referencia a una “deidad compuesta.” Esto no es en modo alguno un concepto nuevo. Gesenio, aclamado como el padre de los gramáticos hebreos, dijo hace mucho tiempo que la palabra “elohim,” cuando se aplica a Yahwéh, o a cualquier deidad singular, es un "plural de excelencia o majestad" (Léxico Hebreo y Caldeo, de Gesenio, página 49).

Elohim con sentido plural



Moisés usó la palabra elohim con sentido plural al referirse a demonios que las naciones en sus días adoraban como deidades. “Sacrifican a demonios que no son 'Elóah', a dioses (elohim) a los que no conocían, a nuevos, recién llegados, que vuestros padres no temieron" (Deuteronomio 32:17 Cantera-Iglesias).

Yahwéh mismo usó la palabra elohím con referencia a ídolos que se adoraban como deidades en Egipto. “Pasaré por la tierra de Egipto en esa noche y mataré a todo primogénito... y haré justicia de todos los dioses (elohim) de Egipto" (Exodo 12:12 CI).

Moisés aplicó la palabra elohim a diversas deidades, incluyendo a Yahwéh entre ellas. “Ahora reconozco que Yahvéh es más grande que todos los dioses (elohim).” “Quien ofrezca sacrificios a los dioses (elohim) -excepción de sólo Yahvéh- será anatema" (Exodo 18:11 y 22:19,20) CI.
Elohim con Sentido Singular

El profeta Ezequiel usó la palabra elohim como equivalente del sustantivo singular “eloah”, con referencia a una deidad cualquiera, para recalcar su naturaleza supuestamente divina en contraposición a la naturaleza humana de los terrestres: "Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice Adonay Yahvéh: Por cuanto se ha enorgullecido tu corazón y has dicho: “Yo soy 'El, morada de Elohim habito, el corazón de los mares,' cuando eres un hombre y no un 'El, y has equiparado tu corazón al corazón de 'Elohim...” (Ezequiel 28:2 CI).

El pueblo de Yisrael usó la palabra elohim para designar un ídolo: “El pueblo...acudió en masa ante Aarón, y le dijo: 'Anda, haznos un dios [elohim] que vaya delante de nosotros'... Todo el pueblo se quitó los pendientes de oro y se los trajo a Aarón. El los recibió...y fabricó un novillo de fundición. Después les dijo: 'Este es tu Dios (elohim), Israel, el que te sacó de Egipto.” (Exodo 32:12 Nueva Biblia Española).

Por el contexto resulta claro que en este caso la palabra elohim debe entenderse en sentido singular, como muy bien hace la Nueva Biblia Española, y no en sentido plural como hacen Reina-Valera y Cantera-Iglesias. El hecho es que ellos hicieron un solo becerro de oro, y proclamaron esa sola imagen como su "poderoso" (elohim). Era una sola imagen, no dos ni tres.

En 1 Samuel encontramos que la palabra elohim se aplica a una deidad singular, Dagón. En 2 Reyes 1 :2,3,6,12 la misma palabra en plural se le aplica a Baal-Zebub, una deidad singular. Aún a una deidad femenina, como Ashtoret, se le aplica el mismo título elohim. (No hay en hebreo otra palabra para deidades femeninas).

Se habrá notado que en cada uno de los pasajes anteriores se menciona una sola deidad o ídolo, y sin embargo a cada uno en particular se le aplica la palabra plural elohim. Así que el uso escritural de esta palabra apoya la afirmación del gramático hebreo Gesenio en el sentido de que la palabra elohim tiene también un sentido singular, y es un plural de excelencia o majestad. Esto es cierto también de otros títulos plurales en las Escrituras Hebreas, como veremos más adelante.

La palabra elohim se usaba antiguamente para designar la deidad particular de una persona o de un lugar.

“Los marineros cobraron miedo, y clamaron cada uno a su dios (elohim)... Y se acercó [a Jonás] el capitán y le dijo: '...Levántate, invoca a tu dios (elohim). Quizás se cuide Ha-'Elohim de nosotros y no perezcamos" (Jonás 1:5,6 Cantera Iglesias).

Así que Yahwéh es la deidad singular de Israel (Exo. 5:1) en el mismo sentido en que Baal es la deidad singular de Ecrón. (2 Rey. 1:2).

Es interesante notar que la palabra elohim se usa una vez en las Escrituras para designar a un “fantasma,” una “aparición,” el supuesto espíritu de un hombre muerto:

“Y la mujer pasó a decirle a Saúl: 'A un dios (elohim) vi que subía de la tierra'
(1 Samuel 28:13, Traducción del Nuevo Mundo).


Este es en verdad un versículo muy iluminador; y es una verdadera prueba para la destreza (o falta de ella) de los traductores bíblicos. La versión Reina-Valera, como de costumbre, rinde este versículo de una manera inexacta y confusa. Dice: “He visto dioses...” El contexto muestra que ésta es una manera errónea de traducir esta palabra aquí. La médium espiritista no vio más que a una sola persona, y Saúl entendió que era Samuel. Pero aún traducir elohim aquí como “un dios,” como hace la Traducción del Nuevo Mundo, es inexacto y engañoso, aun cuando sea técnicamente correcto. Es interesante notar cómo se traduce aquí esa palabra en diversas versiones de las Escrituras:

Versión Popular: “Veo un dios.”
Versión Regina: “Vi dioses.”
Smith-Goodspeed: “He visto un ser divino.”
Latinoamérica: “Veo un fantasma.”
Biblia de Jerusalén: “Veo un espectro.”
Cantera-Iglesias: “He visto un ser sobrenatural.”
Ediciones Paulinas: “He visto un espíritu.”

¿Quién dijo que la palabra elohim significa siempre “Dios” o “dioses”, o un dios trino? Es evidente que la versión Cantera-Iglesias nos ofrece el significado más razonable de acuerdo con el marco de referencia en el que se la usa aquí. Nótese nuevamente que aquella mujer vio la apariencia de una sola persona; así que una vez más la palabra elohim significa un ser singular, de ningún modo plural.

La palabra elohim, evidentemente en sentido singular, se le aplica también a Yahwéh, el Poderoso verdadero:

“A ti se te ha mostrado para que sepas que Yahvéh es Ha-'Elohim y no hay otro fuera de él" (Deut. 4:35 CI).


Es interesante notar las diversas maneras en que se ha vertido “Ha-Elohim” en varias traducciones:

Versión Popular: “[Yahwéh] es el verdadero Dios.”
Versión Moderna: “[Yahwéh] solo es Dios.”

¿Por qué estas versiones rinden de esa manera el título hebreo “Ha-Elohim”? La razón para esto se dará más adelante bajo el subtítulo de “plural de majestad.” Ahora queremos recalcar el hecho de que en este versículo en particular, así como en muchos otros, resulta claro que la palabra elohim se usa con un sentido singular muy evidente. Lo mismo es cierto en cuanto a la palabra elohim usada en Génesis, capítulo uno. El hecho de que se usa en conjunción con un verbo en singular es indicativo de su sentido singular. En la frase “Elohim creó los cielos y la tierra” el verbo creó está en singular, por lo tanto Elohim tiene que ser singular en este caso.
Elohim Aplicado a Hombres, Ángeles y Reyes

En las páginas anteriores hemos visto que la palabra elohim se aplica a Yahwéh, y también a ídolos, a demonios, a deidades imaginarias, ¡y hasta a un fantasma! Queríamos recalcar en aquellos párrafos que en muchísimos lugares la palabra elohim, aunque plural, se utiliza con sentido singular.

Otro aspecto que queremos hacer notar es que esta palabra no siempre significa un ser divino, poderoso, y sobrenatural, sino que también se le aplica a hombres, a reyes, y a ángeles. El lector común de las Escrituras no se percata de muchos de estos datos porque no se reflejan con exactitud en la mayoría de las traducciones de las Escrituras. Pero en algunas sí se reflejan y, además, se pueden ver claramente cuando se cotejan con el Texto Hebreo.

En varios pasajes de las Escrituras la palabra elohim se le aplica a los ángeles, o mensajeros espirituales de Yahwéh. En estos casos la intención de la palabra es describirlos como seres superiores poderosos, semejantes a Yahwéh en gloria.

Salmo 8:5. “Le has hecho [al hombre] un poco menor que los ángeles [elohim].” Aquí traduce:

La Versión Popular: “Lo hiciste casi como un dios;”
La Nueva Biblia Española: “Lo hiciste poco menor que un dios;”
Nácar-Colunga: “Lo has hecho poco menor que Dios;”
Versión Regina: “Lo hiciste un poco inferior a los dioses.”

Desde el punto de vista técnico, todas estas versiones están correctas porque la palabra original es aquí elohim. Sin embargo, versiones tan autorizadas como la Septuaginta griega, la Vulgata latina, la Peshita aramea, y la Biblia Árabe, traducen la palabra elohim aquí como "ángeles." Ahora bien, este pasaje se cita en los Escritos Mesiánicos, en el libro de Hebreos. ¿Cómo se tradujo allí la palabra elohim? Los Escritos Mesiánicos se han preservado en el idioma griego, y en el texto griego de Hebreos 2:7 la palabra hebrea elohim se ha traducido como “ángueloi” (ángeles= mensajeros). Esta es la más contundente evidencia de que la traducción citada arriba, según Reina-Valera, es correcta.

Salmo 97:7. "Adórenlo todos sus ángeles [elohim]" (Septuaginta).

Aquí otra vez las versiones españolas generalmente traducen elohim como “dioses” pero la antigua Septuaginta la traduce como ángueloi (ángeles). De modo que la palabra hebrea elohim se aplica también a las criaturas celestiales que llamamos ángeles.

Salmo 138:1. “Te cantaré salmos delante de los ángeles [elohim],” (Septuaginta).


Aquí también muchas versiones españolas traducen “delante de los dioses” excepto la Biblia de Latinoamérica, y Ediciones Paulinas, que traducen: “En presencia de los ángeles te canto.”

Evidentemente los traductores de la antigua Septuaginta estaban mejor familiarizados con el uso antiguo de la palabra elohim, y por consiguiente hicieron mejor trabajo que los traductores modernos. Ellos ciertamente sabían que a los ángeles también se les llama elohim en las Escrituras Hebreas.

La palabra elohim se aplica en las Escrituras a los jueces en general. La connotación en estos casos es que estos jueces están investidos de prerrogativas divinas, como lo son la implementación de la justicia y la ley, y la decisión de vida o muerte para una persona.

Salmo 82:1. “El Elohim está en la asamblea de los elohim; en medio de los elohim él juzga,” (traducción literal directa del hebreo). Una traducción aún mejor seria: “El Poderoso está en la asamblea de los poderosos; en medio de los poderosos él juzga.”


Es interesante cotejar cómo se ha traducido este verso en varias versiones castellanas:

Cantera-Iglesias: “Elohim se yergue en la asamblea divina, en medio de los dioses juzga.”
Versión Popular: “Dios ha ocupado su lugar entre los jueces celestiales...”
Nuevo Mundo: “Dios está apostándose en la asamblea del Divino; en medio de los dioses él juzga.”
Biblia Latinoamericana: “Dios asume su posición en su propia congregación; él juzga en medio de los gobernantes.”


Nótese que en este pasaje la palabra elohim se ha vertido de diversas maneras: Dios, dioses, divino, jueces, jueces celestiales, y gobernantes. La primera vez que aparece la palabra en el texto se refiere obviamente a Yahwéh; las siguientes dos veces se refiere a los jueces de Yisrael. En el verso seis Yahwéh mismo se dirige a ellos diciendo: “Yo dije: Ustedes son elohim,” es decir, “ustedes son poderosos.” Traducir esto como "Ustedes son dioses" es incorrecto porque se refiere a hombres.

Exodo 21:6 “Entonces su amo lo llevará ante los jueces [elohim],” (Reina-Valera).


La versión Cantera-Iglesias traduce aquí: “Entonces su dueño lo llevará ante Dios.” No es claro si en este pasaje la palabra elohim se refiere al Todopoderoso o a los jueces del tribunal israelita, pero en el judaísmo se entiende que se refiere a los jueces de Israel. La misma diferencia de traducción ocurre en el capítulo 22: 8, 9. Compare las diversas versiones de este pasaje.

Yahwéh mismo aplica la palabra elohim a Moisés (Exodo 7:1). La connotación aquí es que Moisés actuaría en representación de Yahwéh, como su embajador. De nuevo se hace necesario comparar versiones a fin de captar el pleno sentido de la frase.

Reina-Valera: “Yo te he constituido dios.”
Cantera-Iglesias: “Te he constituido como un dios”
Nueva Biblia Española: “Te hago un dios.”
Nuevo Mundo: “Te he hecho Dios.”
Nácar-Colunga: “Te he puesto como dios.”
Versión Popular: “Voy a permitir que actúes en mi lugar.”

Yahwéh mismo aplica la palabra elohim al rey Nabucodonosor:

“Yo entregaré [al sirio] en manos del poderoso [elohim] de las naciones,” (Ezequiel 31 : 11 RV). Véase también 32:21 donde se traduce el hebreo eley guiborim como "los fuertes de los fuertes." De nuevo veamos cómo rinden la palabra elohim en Eze. 31:11 las siguientes versiones:

Septuaginta: “árkhontos ethnón” (príncipe de las naciones).
Cantera-Iglesias: “Príncipe de las naciones.”
Nuevo Mundo: “El déspota de las naciones.”
Latinoamericana: “un pueblo más fuerte.”
Herder: “el más fuerte de entre los pueblos.”
Versión Popular: “Un jefe extranjero.”

Aunque la palabra hebrea que se le aplica aquí a Nabucodonosor es elohim, la misma que se le aplica a Yahwéh, ninguna de las versiones consultadas la traduce como “el dios de las naciones.” Sin embargo, por otro lado, en todas esas versiones se le llama a Satán “el dios de este mundo” en 2 Corintios 4:4.

Aquí el Nuevo Testamento Hebreo dice “el ha-olam,” que se traduce propiamente “el poderoso del mundo.”

La palabra elohim (en su forma poética 'el) se aplica al Rey Mashíaj en el titulo 'el-guibor, en el mismo sentido en que se aplica a otros reyes el titulo 'eley-guiborim.

Isaíah 9:6. “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, sobre cuya espalda reposa el principado y cuyo nombre se llamará 'Consejero maravilloso, 'El fuerte, Padre eterno, Príncipe de la paz'.” (Cantera-Iglesias).


Veamos otras versiones:

Nueva Biblia Española: “Y se llamará 'Milagro de Consejero, Guerrero divino, Jefe perpetuo, Príncipe de la paz.”

Latinoamericana: “Y de él dirán: 'Este es el Consejero admirable, el Héroe divino, el Padre que no muere, el Príncipe de la paz.”


Otra versión interesante es la que ofrece la Biblia de la Sociedad Judía de Publicaciones. En lugar de traducir el nombre del niño mesiánico, lo transcribe como cualquier otro nombre hebreo, sin traducirlo. “Y se llamará su nombre Pelé-yoétz-el-quibór-Abi-ad-sar-shalóm.” Y entonces dice en una nota: “Esto es: Maravilloso en consejo es Dios el Poderoso, el Padre eterno, el Gobernante de la paz.” Aplicando así todo el título como el mensaje que proclama en título mesiánico acerca del Padre Yahwéh.

La versión Septuaginta traduce este pasaje de una manera distinta: “Y su nombre se llama Mensajero de gran consejo: porque traeré paz sobre los príncipes, y salud a él.” Aunque la Versión Griega Alejandrina lo traduce: “Y su nombre se llama Maravilloso, Consejero, Poderoso, Potentado, Príncipe de paz, Padre de la Era venidera.”

Es digno de notar que en varias versiones el título hebreo 'el-guibor se traduce como “héroe divino”, o “Guerrero divino”, y no como “Dios fuerte”.

La aplicación al Mesías del título “el-guibor” no lo convierte en una deidad, y mucho menos en parte de una trinidad, pues en ese caso habría que decir lo mismo de otras personas a quienes se les aplica el mismo título. Véase: Ezquiel 32:21, 27. “Los más destacados héroes [eley-guiborim] le dirán de en medio del Seol...” “No yacen con los héroes, caídos de antaño que descendieron al seol...” (Cantera-Iglesias).

El título 'eley-guiborim aquí se traduce así en las siguientes versiones:

Nácar-Colunga: “los valientes."
Regina: “Los más fuertes guerreros de los valientes.”
Ediciones Paulinas: “Los héroes más ilustres.”
Nuevo Mundo: “Los hombres de nota de los poderosos.”
Nueva Biblia Española: “Los más bravos guerreros.”
Versión Popular: “Los jefes más poderosos.”

Esta parte del verso 21 no aparece en la Septuaginta griega; pero la palabra guiborim del verso 27 se traduce al griego como “guigántoi,” es decir, gigantes.

Toda esa evidencia concuerda con la declaración del gramático Gesenio de que el título mesiánico en Isaíah 9:6 no significa “Dios fuerte,” como se ha traducido en las versiones españolas, sino que significa “héroe poderoso” o “guerrero fuerte.” De las versiones arriba citadas obtenemos algunos significados adicionales de la palabra elohim, o 'el: valiente, fuerte, ilustre, notable, y bravo.
Elohim como adjetivo intensivo

La palabra elohim, plural de elóah, no sólo se usa como título funcional de Yahwéh, y como título general de las deidades sino que también se usa como adjetivo intensivo. Su función como adjetivo intensivo es reforzar la idea de grandeza y fuerza. Analicemos los siguientes pasajes:

Jonás 3:3. “Y era Nínive una ciudad grande en extremo (guedoláh l'elohim)” (RV).

En el margen de la Nueva Versión Estándar Americana dice que la frase guedoláh l'elohim significa literalmente una ciudad “grande de Dios.” Los traductores de la Septuaginta no trataron de traducir este modismo hebreo al idioma griego; en lugar de eso lo pasaron sin traducir al griego como megále to theó (grande para Dios).

Sin embargo, la versión inglesa de la Septuaginta, por Sir Lancelot Brenton, la traduce como “exceeding great” (extraordinariamente grande). Y esta es la manera en que la mayoría de las versiones traducen la palabra elohim en este pasaje, excepto la Traducción del Nuevo Mundo que, al igual que la Septuaginta, no traduce el modismo. Veamos ahora cómo se traduce este hebraísmo en otras versiones:

Nueva Biblia Española: “Una gran metrópoli.”
Versión Popular: “Una ciudad tan grande que...”
Nácar-Colunga: “Una ciudad grande sobremanera.”
Versión Moderna: “Una ciudad grandísima.”

Así que traducir aquí ir guedoláh l'elohim como “una ciudad grande al Poderoso (o a Dios)” es un sin sentido, porque la palabra elohim no se refiere aquí a Yahwéh sino que se usa como adjetivo auxiliar intensivo en un modismo hebreo que simplemente significa "muy grande," como reconoce el gran gramático Gesenio, y como traducen muchos hebraistas modernos.

l Samuel 14:15. "También ellos tuvieron pánico, y la tierra tembló; hubo pues gran consternación (lekherdát elohim),” (RV).

De nuevo la Traducción del Nuevo Mundo transfiere al español el modismo hebreo como “un temblor procedente de Dios.” En este caso la Septuaginta presenta una variación interesante. En lugar de traducir “ékstasis pará theoú,” traduce “ékstasis pará Kurios.” Esto parece indicar que el manuscrito hebreo de donde tradujeron la Septuaginta contenía en este pasaje el Tetragrama Sagrado en lugar de la palabra elohim. Así que parece ser que no sólo el título elohim sino también el Nombre Sagrado de Yahwéh se empleaba en el hebreo en un modismo que implicaba la idea de algo grande. Veamos cómo se vierte en otras versiones este modismo hebreo:

Versión Popular: “Un pánico enorme.”
Nueva Biblia Española: “Un pánico sobrehumano.”
Versión Moderna: “Un temblor muy grande.”
Nácar-Colunga: “Un terror divino.”

Resulta interesante que el idioma inglés tiene un equivalente exacto de este modismo hebreo en la manera en que alguna gente usa la palabra “mighty” (poderoso). Es fácil ver que la palabra inglesa “mighty” tiene una cualidad intensiva en frases como “I'm mighty hungry,” (tengo mucha hambre), y “I'm mighty hurt” (estoy muy lastimado). La misma dinámica se da con la palabra hebrea elohim.

En este mismo sentido encontramos un controvertido pasaje que ha sido usado por teólogos cristianos para apoyar su idea de que el Mesías y Yahwéh son la misma persona. El Salmo 45 fue escrito por los hijos de Qóraj (Coré) y dirigido al rey, probablemente Salomón, y en este salmo ellos llaman al rey por el título elohim. Si no fuera por la doctrina trinitaria no habría problema alguno con este pasaje, porque era usual en tiempos antiguos llamar a los reyes por el título elohim. En este pasaje tanto elohim como guibor se aplican al rey israelita, aunque por extensión se le podría aplicar al Rey Mesías. Según la Nueva Versión Estándar Americana, el pasaje se refiere probablemente a Salomón. El verso en cuestión dice:

“Dirijo al rey mi canto;... ciñe tu espada sobre tu muslo, oh valiente [guibor],... tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre” (Salmo 45:1,3 Reina-Valera).


Resulta claro que la palabra elohim en el verso 6 puede traducirse propiamente de una manera distinta a como lo hace Reina-Valera, como lo demuestran las siguientes versiones:

Nueva Biblia Española: “Tu trono como el de un dios...”
Biblia de Jerusalén: “Tu trono es de Dios.”
Versión en Inglés de Hoy: “El reino que Dios te ha dado.”
Versión Estándar Revisada: “Tu trono divino.”
Nueva Biblia Inglesa: “Tu trono es como el trono de Dios.”
Versión Judía: “Tu trono dado por Dios.”

De manera que la expresión hebrea kisak elohim puede entenderse propiamente en cualquiera de estas dos maneras:

1) Como refiriéndose al rey, llamándolo poderoso o divino;
2) Como refiriéndose al trono, llamándolo trono divino en el sentido de que fue dado por el Poderoso de los cielos (Yahwéh).

Esto está en perfecta armonía con el contexto, siendo que el salmo 45 está dirigido evidentemente al rey Salomón, como podrá apreciarse si se compara el verso 9 con l Reyes 2:19. No es extraño que al trono de Salomón se le llame “trono divino” o “trono elohim,” porque su trono era nada menos que el “trono de Yahwéh,” lo dice en 1 Crónicas 29:23.

Lo dicho sobre hebraismos que emplean el vocablo elohim es cierto también en los Escritos Mesiánicos. En Hechos 7:20, en la Versión Reina-Valera, se le llama a Moisés “agradable a Dios.” Pero en la Versión Moderna, en armonía con las mejores traducciones de las Escrituras, se traduce "sumamente hermoso," que es la traducción correcta del hebraísmo tov l'elohim. En la versión griega de Hechos la frase es astéios to theó; pero esto no es una traducción del hebreo tov l'elohim sino una transliteración servil que no transmite el significado del original hebreo. La Traducción del Nuevo Mundo lo vierte ''divinamente hermoso."

Otro ejemplo del modismo hebreo en los Escritos Mesiánicos es 2 Corintios 10:4. Refiréndose a “las armas de nuestra milicia,” Reina-Valera incorrectamente las llama “poderosas en Dios.” Una traducción más correcta de este modismo hebreo se da en las siguientes versiones:

Cantera-Iglesias: “de poder sobrehumano;”
Regina: “poderosas con virtud divina;”
Nueva Biblia Inglesa: “divinamente potentes.”
Elohim como plural de majestad o excelencia

El hecho de que se le aplique un título plural a Yahwéh, o a cualquier otra persona, no significa que esa persona sea una entidad compuesta que consiste de dos o más elementos. Podemos ver esto, no sólo por lo que dijo el gran gramático hebreo Gesenio sino también por el uso que se hace en las Escrituras de los títulos plurales. Bajo el subtítulo "Los diversos usos de la forma plural, la Gramática de Gesenio dice:

“El 'pluralis excellentiae' o 'maiestatis'. . . es propiamente una variedad del plural abstracto, ya que resume las varias características que pertenecen a la idea, además de poseer el sentido secundario de una intensificación de la idea original. Está así estrechamente relacionado con el plural de amplificación... que se encuentra mayormente en la poesía. Así es especialmente con elohim, la Deidad, o Dios (para distinguirse del plural numérico dioses). Exodo 12:, & sig.).

“La suposición de que elohim ha de considerarse meramente como un remanente de concepciones politeístas (es decir, como que era originalmente un plural numérico) es a lo menos altamente improbable y, además, no explicaría los plurales análogos (véase abajo).

“Que el idioma ha rechazado enteramente la idea del plural numérico en elohim (siempre que denote un sólo Dios), se prueba especialmente porque casi invariablemente va acompañado de un atributo en singular... por ejemplo, elohim zadik (Salmo 7:10, & sig). Así que elohim puede haber sido usado originalmente, no sólo como plural numérico sino también como plural abstracto (correspondiendo con el latín numen, y con el inglés Godhead, Deidad), y como otros abstractos de la misma clase, se ha transferido a un dios concreto y sencillo (aún de los paganos).” Páginas 398 y 399, párrafo g.
Otros Plurales de Excelencia

Elohim no es el único término hebreo que se usa como plural de excelencia, también tenemos adonay, adonim, y shaday.

Con muy pocas excepciones, cuando se aplica la palabra adón a Yahwéh se la usa en forma plural, adonay, como en Génesis 18:27. Sin embargo esto de ningún modo indica pluralidad de personas. Dice el hebraista Gesenio:

“La terminación ai es una forma antigua del pluralis excellentiae, usada en lugar de la más común im (como en shadai).” -Léxico Hebreo-Caldeo, bajo “Adonai,” pág.12.

La forma Adonay se aplica generalmente a Yahwéh. Pero las formas adonim y adoney, que también son plurales de excelencia, se aplican en las Escrituras Hebreas a un hombre. Tenemos por ejemplo a Génesis 39:2, donde se usa el plural adoney con referencia a un solo hombre, Potifar, el amo de José. No sólo se refiere a un hombre sino que también se emplea con un adjetivo en singular, como en Isaíah 19:4: “Y entregaré a Egipto en manos de un señor duro (adonim kashé).” Así también en Génesis 42:30,33; 2 Reyes 2:3,5,16, etc.

El plural adomim se le aplica a Yahwéh con sentido singular una vez, en Deut. 18:17, donde se usa la forma adoney adonim (Soberano de los soberanos) en lugar de la forma más común adón adonim. Dice Gesenio que con excepción de Isaíah 26: 13 y Génesis 19:2,18, “en todos los demás lugares adonim y adonei son simples plurales de excelencia, teniendo exactamente el mismo significado que el singular.” (Idem.)

Con esta evidencia se muestra claramente que el glorioso pasaje de Deteronomio 6:4, síntesis de nuestra fe monoteista, significa exactamente lo que dice: “Yahwéh es nuestro Poderoso, Yahwéh es uno.” Esto es, Yahwéh es único, singular, solo, absoluto, simple, no compuesto. Los trinitarios nos dicen que el Padre es Yahwéh, el Hijo es Yahwéh y el espíritu santo es Yahwéh, según lo cual habría tres Yahwéhs; pero la Inspiración nos dice que hay “un solo Yahwéh.”
Cuando Elohim dijo “Hagamos...”

Algunos pretenden refutar la idea del plural de excelencia basándose en Génesis 1:26 y aduciendo que no hay un ejemplo hebreo de que alguien se refiera a sí mismo en plural. Pero aquí no se trata de un plural de excelencia. En este pasaje el Creador le está hablando obviamente a otra persona. Sin embargo no se trata de una parte del Elohim que le habla a otra parte del Elohim. Es Elohim hablándole a otra persona aparte de él. Este es un caso distinto. Algunos creen que este es un caso del plural reflexivo, otros piensan que se dirigía a los ángeles. Muchos aceptan que ese otro personaje era el Verbo, el Angel de Yahwéh, el Primogénito de la creación, el que se hizo hombre y llegó a ser Yeshúa de Nazaret. Pero él es uno y el Elohim que le habla es otro.